
Empresarios y sofísticados
Cuidan su imagen y prestigio, su vehículo puede ser sinónimo de poder, estatus o respeto, buscan siempre lo mejor para el vehículo, tienen una alta conciencia ambiental, son disciplinados, exigentes y prevenidos; confían en las marcas originales que entreguen un desempeño superior, tecnología o recomendaciones de fábrica.